Hola,

Soy Stéphanie Rosart, la coach mental del equipo FitGood.

El proyecto FitGood es el resultado de un tema que siempre me ha preocupado: la relación entre nuestras emociones, nuestro cuerpo y nuestra alimentación.

La relación con la alimentación siempre ha sido un tema sensible en mi familia. Mi abuela española vivió la hambruna durante la época franquista. Desde esa experiencia traumática, se transmitió un mecanismo de supervivencia en la familia, donde la comida se convirtió en el medio privilegiado para comunicar el amor entre nosotros.

Cuando era niña, pasaba la mayor parte del tiempo al aire libre. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que aprendí a caminar, y la bicicleta nunca dejó de ser parte de mi vida. Al final del día, resumía lo aprendido durante el día haciendo una exposición a mi audiencia de ositos de peluche. Sabían que ya dormía cuando no me oían hablar.

Mi interés por el coaching, el deporte y la alimentación surgió de forma natural desde la infancia.

Mis estudios en psicología abrieron un abanico de posibilidades y me permitieron apasionarme por las neurociencias, un campo en pleno auge.

Mi primera paciente, que sufría de anorexia, fue el desencadenante de mi primer grupo de apoyo sobre trastornos alimentarios.

Las supuestas coincidencias de la vida me permitieron colaborar con Françoise Hanoul, nuestra dietista-higienista de FitGood, que ya organizaba grupos de alimentación, y con nuestro entrenador deportivo, Marc Charles, a quien conocí durante mis carreras a pie. De estos encuentros nació una evidencia: nuestra colaboración ofrecía un concepto integral para pensar la salud.

Sin saberlo, estaba preparando mi tabla de salvación, ya que poco a poco comencé a tener dolores articulares y malestares, hasta sufrir largos períodos de parálisis. Tras varios exámenes médicos, me diagnosticaron una enfermedad autoinmune llamada lupus, sin posibilidad de cura. Las únicas opciones eran reducir las crisis o, en su caso, lograr la remisión.

Me ofrecieron inmunosupresores y cortisona. Comencé con la primera opción y la intensidad del dolor me llevó a optar también por la cortisona. Entre los efectos secundarios de los inmunosupresores, sufrí infecciones repetidas hasta llegar a urgencias, casi con meningitis. Después de conocer a otras personas que sufrieron efectos secundarios irreparables debido al tratamiento, decidí buscar otras soluciones para manejar esta enfermedad.

Vi cada adversidad como una oportunidad, y aproveché mi enfermedad como una ocasión para profundizar mis conocimientos en el ámbito de la salud. Ya había comenzado a aplicar los consejos alimentarios de Françoise Hanoul en el club FitGood, optimicé mi alimentación para desarrollar un protocolo específico para mi condición, inspirándome en los trabajos de Kousmine, Burger, Seignalet, entre otros.

Esta experiencia de vida me hizo comprender el papel fundamental de la prevención y la importancia de dar acceso a estas soluciones a la mayor cantidad de personas posible a través de FitGood.

A lo largo de los caminos que la vida me ha hecho recorrer, he encontrado las herramientas – psicológicas, alimentarias y deportivas – que me permiten hoy en día aceptar y manejar mi enfermedad. Así puedo disfrutar de la vida tanto a nivel mental como físico, manteniendo mi movilidad y mi alegría de vivir. Esto me da la oportunidad de usar mi experiencia como un trampolín para ofrecer soluciones a otros. Sigo aprendiendo cada día. Los altibajos me han fortalecido gracias a una práctica constante de la atención plena, una mentalidad inquebrantable y, como me gusta decir, una "cara feliz" a prueba de todo.

¡Será un placer conocerte y compartir el momento presente contigo!

STÉPHANIE ROSART